Farra
Sin
daño
alguno
ayer
me
tomé
la tarde,
en las rocas,
como antes
lo hicimos
Elena y yo
Y con el sabor color
y aroma del crepúsculo
que se va, se desvanecen
algunas nubes que provocan
cambios en mis prioridades
Un aguacero de recuerdos cae;
sin poder evitar mi compulsión
me embriago con el murmullo
de pájaros que se aglomeran
en las ramas de mi ayer contigo
Pero la última gota de la tarde
se termina, caigo extasiado
veo estrellas y escojo delirios
para perseguir la realidad
sin culpa ni resaca
Saludos hasta el fondo
lunes, 2 de noviembre de 2009
Farra
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