Postdata
Velemos esta noche que se va
escuchando el murmullo del río
el tic tac que desgaja el tiempo
y al viento exhumar suspiros
Recordando que:
Entretejidos, bajo la sábana disfrutamos
de la exquisitez del sexo, pero siempre
al terminar, nos dimos la espalda
Hoy inhumada la noche
el río en absoluta calma
el reloj trotando el silencio
y el viento jugando con la nube
Sé que faltan pocos minutos
para la hora de la hora, pero estamos a tiempo
ven, intentemos no sólo compartir la cama
sino finalmente, también los sueños
Saludo Angelical
miércoles, 22 de septiembre de 2010
sábado, 15 de mayo de 2010
Golpes
“Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! Cesar Vallejo
Golpes
Qué sé yo lo que marca el reloj
¿Qué selló nuestra ruptura? Yo no sé
Pero sí sé, que hay golpes que no se dan
y están ahí, en la mirada, a la espera
Cuando cedan: hablaremos
Hay golpes que siempre se dan
aunque nunca se den, si, despiertan
la batalla, inicia como llovizna pertinaz
Rítmico tamborileo en el tejado
Lágrimas sueltas en caída libre
Estampida bajo la piel del pecho
El vacío se apodera de las entrañas
Hay ruidos rompiendo la gravedad
una bomba que no para de subir el agua S
e escucha el crujir de huesos
en el hocico del perro hambriento
La noche continúa llorando
Mariposas nocturnas se refugian e
n marquesinas de luces
bajo anuncios espectaculares
Hay golpes que sedan ,
aunque nunca se den
Golpes que rompen la piedra
y sin querer tallan figuras caprichosas
que despiertan, siempre, la curiosidad
Lejos de aquí, el mar golpea la playa
el viento despeina las palmeras
se derrumba el castillos de arena
La muerte, da el golpe certero
Saludos desde el teclado
Golpes
Qué sé yo lo que marca el reloj
¿Qué selló nuestra ruptura? Yo no sé
Pero sí sé, que hay golpes que no se dan
y están ahí, en la mirada, a la espera
Cuando cedan: hablaremos
Hay golpes que siempre se dan
aunque nunca se den, si, despiertan
la batalla, inicia como llovizna pertinaz
Rítmico tamborileo en el tejado
Lágrimas sueltas en caída libre
Estampida bajo la piel del pecho
El vacío se apodera de las entrañas
Hay ruidos rompiendo la gravedad
una bomba que no para de subir el agua S
e escucha el crujir de huesos
en el hocico del perro hambriento
La noche continúa llorando
Mariposas nocturnas se refugian e
n marquesinas de luces
bajo anuncios espectaculares
Hay golpes que sedan ,
aunque nunca se den
Golpes que rompen la piedra
y sin querer tallan figuras caprichosas
que despiertan, siempre, la curiosidad
Lejos de aquí, el mar golpea la playa
el viento despeina las palmeras
se derrumba el castillos de arena
La muerte, da el golpe certero
Saludos desde el teclado
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